A través de los ojos, los seres
humanos somos capaces de distinguir distintas amplitudes de onda en la luz que nos llega, lo que forma los colores. Dependiendo de la intensidad de las
distintas amplitudes, obtenemos una amplia variedad de colores. El color blanco
resulta de la mezcla del resto de colores a su máxima intensidad, y la ausencia
de color la percibimos como negro.
A la hora de intentar reproducir
los colores partimos de tres colores primarios, los cuales, mezclados a
distintas intensidades, proporcionan toda la paleta de colores que conocemos.
Pero esto no se realiza igual si pretendemos crear una fuente de luz con un
color determinado, como el monitor de ordenador, o un objeto que refleje la luz
y se vea de uno u otro color, como la tinta impresa.
Colores
aditivos.
Los dispositivos, como monitores,
televisores, teléfonos móviles, pantallas en cámaras digitales, etc. tienen una
fuente de luz propia. Pensemos en cada uno de los píxeles de la pantalla de un
monitor. Cada píxel está dividido en tres subpíxeles con los colores aditivos
primarios: rojo, verde yazul.
Para obtener el resto de colores,
basta con mezclar un haz de color de uno de estos colores, y un haz de cada uno
de los otros colores primarios, a distintas intensidades. Por eso se denomina colores
aditivos: la suma de ellos produce el color final.
Para poder definir cada uno de
los colores resultantes, se usa principalmente el modelo de color RGB (del
ingles red, green, blue; rojo, verde, azul). Este modelo da indica la
proporción de cada color que aparece en la mezcla, partiendo de 0 cuando no
aparece.
Normalmente, se utiliza un byte
para definir cada uno de los colores primarios, lo que nos da más de 16
millones de combinaciones. Así podemos representar un color con un valor que
indique la intensidad de cada primario, en forma porcentual (97%, 94%, 89%)
con valores entre 0% y 100%, decimal (247, 240, 226)
con valores entre 0 y 255, como se utiliza principalmente en Illustrator, o en
formato hexadecimal (#F7F0E2, cada letra corresponde al un número a
partir de 9: A=10, B=11... F=15) con valores entre 00 y FF, como se utiliza en
la normalmete web. Esto nos permite definir los principales colores como vemos
en esta tabla:
Rojo
|
R:255,
G:0, B:0
|
Magenta
|
R:255,
G:0, B:255
|
Verde
|
R:0,
G:255, B:255
|
Amarillo
|
R:255,
G:255, B:0
|
Azul
|
R:0,
G:0, B:255
|
Cyan
|
R:0,
G:255, B:255
|
El blanco puro se obtiene al
mezclar todos los colores con intensidad máxima (R:255, G:255, B:255 o
#FFFFFF), y el negro puro es la ausencia de todos ellos (R:0, G:0, B:0 o
#000000). Cuando los tres colores tienen la misma intensidad (colores neutros),
obtenemos grises, y si variamos la intensidad de la mezcla, pero manteniendo la
proporcionalidad entre los tres colores, obtenemos distintos tonos de un color.
#FFFFFF
|
#DFDFDF
|
#9F9F9F
|
#5F5F5F
|
#2F2F2F
|
#000000
|
Pero no todos los colores se
representan igual en todos los dispositivos. Cada dispositivo trabaja en un
espacio de color, una variante del RGB. Es decir, aunque en todos los
dispositivos se define el amarillo con las mismas intensidades, el mismo amarillo
no se verá igual en todos ellos. Al abanico de colores que se pueden
representar en un espacio de color se le llama gama.
Colores
sustractivos.
Cuando queremos dar color a un
objeto sin luz propia, usamos tintas o pinturas. Se trata de sustancias
diseñadas para que absorban todos los colores excepto el que queramos ver, que
es reflejado y llega a nuestros ojos. Es decir, un objeto es rojo porque
absorbe toda la luz que le llega, excepto la roja, que es reflejada hacia
nosotros.
Normalmente partimos de un fondo
blanco que refleja todos los colores. Al pintar de un color, vamos eliminando o
sustrayendo el reflejo del resto de colores, dejando sólo el que queremos que
se vea. Por lo que a este sistema se le denomina mezcla sustractiva de colores.
En este caso, para conseguir el negro deberíamos de quitar todos los reflejos.
Los colores primarios
sustractivos son el cyan, magenta y amarillo.
Si recuerdas los colores primarios de RGB, verás que estos son los opuestos.
Por ejemplo, el cyan es el opuesto del rojo, ya que se obtiene de mezclar el
verde y azul al máximo, y el rojo a 0, por lo que al aplicarlo, es el único
color que absorbe.
Para representar los colores
sustractivos, se utiliza el modelo CMYK, cyan, magenta, yellow y
key (el negro, color clave). Aunque el negro se puede obtener combinando el
resto, se ha añadido para obtener un mejor resultado en impresoras, un negro
más puro, y ahorrar tinta. Con este sistema, representamos cada color como
cuatro cifras porcentuales, comprendidas entre 0% y 100%.
En el sistema CMYK, los colores
más claros y cercanos al blanco tienen valores más bajos, y requieren de menos
tinta.
Diferencias
entre CMYK y RGB
Cuanto en Illustrator queramos
crear un gráfico que se verá en dispositivos, utilizaremos el modo RGB, y
cuando el documento vaya a ser impreso utilizaremos el modo CMYK. El motivo
principal es que la conversión entre estos modos de color no dan como resultado
exactamente los mismos colores. Incluso hay colores de un sistema que no pueden
ser representado en el otro. Por ejemplo, el azul puro (R:0, G:0, B:255) es
imposible de reproducir en CMYK. Esto es debido a que CMYK y RGB tienen
espacios de color distintos, que no abarcan la misma parte de los colores
visibles.
Arriba podemos ver que aunque son
muy parecidos, los colores de la fotografía de la izquierda (RGB) no son
exactamente iguales que los de la derecha (CMYK). Observa la parte superior del
fondo. De todas formas, seguimos viendo los dos en el monitor. Lo ideal sería
compararlo con una fotografía impresa.
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