El volante es el medio publicitario más económico y eficiente.
El volante ha demostrado ser uno de los mejores medios para promover productos o servicios.
Quien ponga en duda la afirmación anterior lo invito a probar.
Sin embargo el éxito depende de un buen diseño y manufactura.
A continuación encontrará algunos consejos que han sido acumulados durante más de 30 años por el personal de Impresora Vega. Hemos diseñado e impreso volantes para nuestros clientes y ahora está a su disposición en forma resumida esta valiosa información.
La cabeza del volante es la parte superior.
Es la parte más importante, ya que de la forma como se resuelva dependerá que el lector se interese por el resto del contenido del volante y continúe la lectura o lo ignore y lo deseche. En la mayoría de los casos “es más importante lo que el proveedor ofrece, el problema o necesidad que satisface que el nombre del proveedor”. Es un error frecuente el colocar en la cabeza los datos del proveedor. El nombre del proveedor no dice mucho como para situarlo en la cabeza del volante. Si la marca del producto o servicio está reconocido por el consumidor sí es recomendable colocarla en la cabeza del volante.
El cuerpo es la parte media del volante.
Debajo de la cabeza.
En este lugar podrá hacer una descripción más extensa y detallada del producto o servicio que haya enunciado en la “cabeza”. No abuse de exceso de texto. A muchos lectores les desalienta ver muchas letras. Sea concreto, mesurado y preciso y no profuso difuso y confuso.
El pie es la parte inferior.
En este lugar se debe colocar el nombre y domicilio de quien ofrece los productos o servicios. Si dispone de pagina web, correo electrónico y teléfonos normal y celulares, póngalos al alcance del posible cliente.
La importancia de un buen título.
Describa en forma clara, breve y atractiva el beneficio o posible solución de algún problema que se resolverá con el producto o servicio que ofrece. Un buen título debe de despertar el interés del lector e incitarlo a seguir leyendo. De un buen título dependerá el éxito o fracaso de su volante. Invierta la mayor cantidad de tiempo y esfuerzo en la definición de un buen título. Es muy recomendable que el título sea localizado en la cabeza del volante.
Recomendaciones adicionales:
Invite al lector de su volante a compartirlo si sabe de alguien más que pueda ser beneficiado por lo que usted promueve.
Invite al lector de su volante a ayudar a conservar la limpieza de la calle no tirándolo en la vía pública.
Dice un proverbio chino: Una imagen vale más que mil palabras.
Siempre que sea posible utilice dibujos, diagramas, croquis, fotografías, caricaturas, etc. para expresarse, en lugar de palabras. Su mensaje será más fácilmente comprendido.
La parte legal del volante
Averigüe de la necesidad de obtener permiso por parte de la autoridad para poder repartir el volante en la vía pública. En algunos lugares hacerlo sin permiso es causa de sanciones.
Si su producto o servicio está relacionado con la salud, averigüe de la necesidad de obtener el permiso de la autoridad correspondiente. Los servicios médicos deben estar avalados con el nombre y registro de un médico titulado. Y un número de control que debe ir impreso en el volante.
Acerca de la distribución del volante
Mandar a imprimir un buen volante es el primer paso de su proyecto. El segundo y tan importante como el primero es la distribución.
La parte que va a requerir más atención y esfuerzo es la distribución del volante. A continuación algunas sugerencias:
En época de vacaciones a los estudiantes les interesa un ingreso extra repartiendo volantes.
Contacte a personal especializado para hacer la distribución.
Elija cuidadosamente la zona donde se localice el posible cliente.
Contrate el servicio de “encarte” con las revistas o periódicos de su localidad. Esas publicaciones ya tienen un equipo para distribuir eficientemente su volante.
Contacte a su vendedor de periódico y propóngale una gratificación para que en cada periódico o revista anexe su volante.
Pida permiso en oficinas, comercios, etc. Para que permitan que usted deje un fajo de volantes para que los interesados los tomen.
La importancia de la frecuencia.
Refuerce el mensaje con distribuciones de volantes repetitivas. La eficiencia del volante es casi inmediata. Sin embargo el efecto se desvanece en el tiempo. Una vez que usted detecte una baja en el efecto del volante, repita la distribución una y otra vez.
La importancia de la cantidad.
La eficiencia del volante depende mucho de la cantidad de ejemplares distribuidos. Mientras más reparta, más posibilidades habrá de que posibles clientes se interesen por usted.
La importancia de dejar huella
Adjunte un volante, etiqueta o tarjeta de presentación a cada producto que venda. Si el cliente queda satisfecho buscará un contacto, y si no hay cómo localizarlo a usted, perderá una preciosa oportunidad de realizar una segunda venta.
Necesidad y satisfactor simultáneos.
Para que una venta se concrete hace falta que la necesidad y el satisfactor coincidan en el tiempo. Si su producto o servicio está a la mano del cliente con una necesidad, la venta se concretará con muchas probabilidades a su favor. Si su producto o servicio no está a la mano del cliente cuando lo necesite, elegirá a otro más a la mano. De ahí la importancia de la distribución repetida y abundante de volantes.
¿Qué es mejor: un anuncio o un volante encartado?
Los dos son buenos, sin embargo el volante encartado, aunque más caro, es más eficiente, ya que la posibilidad que el cliente lea su mensaje es mayor. Muchos anuncios no son percibidos por el lector, ya que se confunden con el resto del contenido del periódico o revista. El volante encartado destaca inmediatamente.
Publicidad masiva o publicidad directa.
La publicidad masiva es la que se distribuye en forma abundante y en todas direcciones. Un disparo con posta es el mejor símil de la publicidad masiva. Al disparar una posta sale una ráfaga de municiones en forma de abanico que mientras más se aleja es más grande. No se necesita puntería para dar en el blanco aún en movimiento.
La publicidad con volantes distribuidos generosamente tiene más posibilidad de dar en el blanco.
La publicidad directa por medio de volantes es como un disparo con un arma con mira telescópica: da en el blanco con precisión. Para ello necesitará además del volante, una base de datos y un sistema de distribución por mensajería o por correo. La ventaja de la publicidad directa consiste en que sólo utilizará estrictamente el material publicitario necesario y podrá dosificar la publicidad de acuerdo a su capacidad para atender el mercado.
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